Las notas distintivas de las personas
Las facultades que distingue al ser humano de los animales.
Los rasgos que distinguen a la persona se refiere a la mención explícita de las características propias de la persona, de quien realiza una acción y ésta a la vez es subjetiva.
Existen cuatro facultades que pueden encontrarse en toda persona que permiten reconocer algunas notas distintivas básicas de la persona, que tienen implicaciones en su comportamiento y en el análisis ético de la acción.
El entendimiento racional y la voluntad libre constituyen dos capacidades que sólo posee el ser humano, y que pertenecen al ámbito de lo intangible o espiritual. Son facultades inmateriales exclusivas del ser humano y son denominadas como facultades superiores de la persona.
El entendimiento es la facultad humana que permite pensar y su característica distintiva es la racionalidad. Busca conocer la realidad, lo verdadero, no lo falso.
La voluntad es la facultad humana que permite querer y lo propio de ésta es la libertad. Quiere decidir lo bueno, y evitar lo que no lo es.
La afectividad es la que permite tener sentimientos, emociones y pasiones. Se encuentra en un plano o “zona intermedia” en la que se unen lo sensible y lo intelectual, donde se producen reacciones psíquicas, que son intangibles y fisiológicas, que son intangibles. Tiende hacia lo agradable, hacia lo bello.
La corporalidad desprende de un sistema orgánico que es material, limitado y perceptible por los sentidos. Se encuentra bajo la influencia de las leyes físicas, químicas y biológicas. El cuerpo busca la vida. La persona es corporal, y su cuerpo es la base material que la hace merecedora del calificativo de “animal”.
La razón por la que se puede hablar del ser humano como ser personal es por su condición de «animal racional, libre y sensible», algo que le convierte en «animal único», con entendimiento, voluntad y afectividad.La persona está capacitada para pensar, querer y sentir. Y esto convierte a cada miembro de la especie humana en un ser único e irrepetible, digno del respeto que merece lo «exclusivo».
NOTAS DISTINTIVAS
De la descripción de las facultades humanas se deducen las siguientes notas distintivas:
La unidad se desprende de la inseparabilidad real en el ser humano de los dinamismos corporales, afectivos, volitivos e intelectivos.
La singularidad hace capaz al ser humano de un modo único e irrepetible, de ser consciente de sí misma (entendimiento), dueña de sus actos (voluntad) y con una capacidad exclusiva de sentir la realidad (afectividad). En definitiva, un «animal único», con un mundo interior único (intimidad) y con la capacidad exclusiva de manifestarlo libremente al exterior.
La tendencialidad hace referencia al comportamiento humano que está orientado a uno o varios fines, es decir, a la finalidad. Además considera la presencia de las facultades superiores, del entendimiento y la voluntad.
La perfectibilidad se refiere a la capacidad de crecer no sólo en el plano corporal, sino en el de todas sus facultades: adquiriendo nuevos conocimientos, nuevos hábitos y nuevos sentimientos, capaz de ser mejor como personas, de ganar en calidad humana.
La relacionalidad se deriva de la capacidad que posee la persona para estar en continua interrelación con su entorno de un modo peculiar. Puede manifestarse con su acción, salir de sí misma y dar a conocer su intimidad. Se trata de un «animal relacional» capaz de manifestar hacia el exterior su singularidad, sus pensamientos, sus deseos y sus sentimientos. Capaz de dar, y de darse, cosa imposible para otros seres. Se manifiesta en su sociabilidad.
¿Qué distingue al ser humano de los demás animales?
BIBLIOGRAFÍA
Blanco Blanco, Luis Antonio. Ética Integral. Bogotá, CO: Ecoe Ediciones, Abril 6 2013.